Los tipos de empalmes más conocidos son:

EMPALMES VULCANIZADOS EN CALIENTE

Proporcionan mayor resistencia, duración y suavidad de funcionamiento, aunque la resistencia de la banda en la zona de empalme depende del escalonamiento y del cuidado con el que se realiza.

Deben utilizarse prensas de empalme que abarquen , como mínimo, una longitud 200 mm superior a la del empalme (100 mm por cada lado), con un ancho mínimo 100 mm superior al de la banda.

El tipo de materiales a emplear depende de los de la propia banda y, normalmente, son suministrados por el fabricante.

EMPALMES VULCANIZADOS EN FRÍO

Se realiza de manera similar a los empalmes vulcanizados en caliente, aunque sin necesidad de prensas calefactadas para vulcanización.

Ofrecen suficiente resistencia para muchas instalaciones, con la ventaja de que su ejecución resulta más sencilla.

EMPALMES CON GRAPAS

Aunque no ofrece las garantías de resistencia y durabilidad del empalme vulcanizado, en ocasiones puede aplicarse por razones de espacio o rapidez, siempre y cuando la tensión de trabajo de la banda sea lo suficientemente baja como para permitirlo.

Puede realizarse cortando ambos extremos de la banda a 90 ó 45º (más aconsejable, ya que hace progresivo el contacto del empalme con las poleas y mejora la resistencia del empalme).

Existen diferentes modelos de grapas, y para su colocación deben tenerse en cuenta las instrucciones del fabricante.